Víctor Manuel Valera Montero[1]
La planeación en el entorno educativo institucional, adquiere dos connotaciones. La primera es su carácter obligatorio previo al inicio del semestre, constituyéndose así, en un formulismo administrativo, llena de formatos, rara vez retroalimentado, y también, evaluado desde el punto de vista de la toma de decisiones. La segunda, es la planeación con fines del ejercicio de la práctica docente, cuidadosa y detallada, elaborada por el maestro que siente compromiso con sus alumnos y con su institución, y por tanto, está bien documentada e incorpora las experiencias del docente, y por lo general, no es rígida ni se sujeta a formatos con fines de simplificación.
En nuestra institución, la planeación se realiza en ocasiones en colegiado y otras tantas, en forma particular. Los motivos son varios; ya sea porque se impulsaron desde la academia estatal o la del plantel, o bien, promovidos directamente por los docentes que trabajan una disciplina en específico. Algunas otras ocasiones, se han dado por interés personal, buscando al compañero que se considera el más informado, a manera de asesoría.
El significado didáctico que tiene la planeación es esencialmente el mismo que en cualquier otra actividad: preveer, anticipar, cuantificar recursos, dosificar, determinar materiales necesarios, los sujetos que intervienen, posibles escenarios y evaluar la factibilidad. Los elementos que se consideran en este tipo de planeación en nuestra institución educativa dependiendo si se trata de una asignatura o bien de un módulo, deben contener al menos lo siguiente:
- Guía de planeación didáctica semestral (asignatura)
- Guía de instrucción (módulo o submódulo)
- Dosificación programática
- Secuencias didácticas (asignatura, módulos y submódulos)
- Instrumentos de evaluación (cuestionarios, listas de cotejo y guías de observación)
- Plan de prácticas si la asignatura, módulo y submódulo lo requieren
- Ficha de reporte quincenal (para el seguimiento académico)
Todas las secuencias didácticas contendrán invariablemente, estrategias centradas en el aprendizaje con enfoque en competencias de acuerdo al instrumento oficial emitido por la COSDAC (DRM/606/09 del 8/07/2009), implementado a partir del ciclo escolar 2009-2010 y con leves modificaciones a partir de su expedición. Dicho documento contiene cinco elementos básicos que son: Identificación, Intenciones formativas, Actividades de aprendizaje, Recursos y Validación.
Tanto las guías de planeación e instrucción como las secuencias tienen un apartado especial para la evaluación y el seguimiento –similar a los formatos anteriores de calendarización y dosificación- distinguiéndose así, los dos tipos de evaluación que contempla: la de seguimiento institucional y la que se refiere al modelo e instrumentos de evaluación de las estrategias didácticas. En esto, los maestros indicamos los rasgos, criterios, y pautas de evaluación (algo similar a la rúbrica), mismos que se sujetan a los calendarios y la normatividad de control escolar.
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